lunes, 24 de enero de 2011

Más allá de la vida



Filmada en tres ciudades: Paris, Londres y San Francisco, es la historia de tres personajes, cada uno viviendo en una de estas urbes, cuyas vidas se entrelazan en un momento de la historia.


Como siempre Clint Eastwood, recrea cada pasaje, cada escena con una perfección impecable.

Acompañado de Tom Stern, hacen un fabuloso trabajo, donde Stern maneja la luz en forma intachable, logrando ambientes perfectos tanto en los interiores como en los exteriores. Las tomas de las ciudades son grandiosas y la ambientación de los interiores es inmejorable, en forma especial el manejo de los claroscuros.

El guión excelente, partiendo de las preguntas que todos nos hacemos alguna vez : Qué hay más allá de la vida? Y siguiendo las experiencias de personas que han estado muertas por un momento, se realiza este despliegue que nos permite percibir el sentido de la muerte desde tres personajes diferentes, a los que de alguna manera la muerte los ha tocado.

Frases para recordar, como la de George Lonegan (Matt Damon) cuando dice “Una vida basada en la muerte no es una vida”, enmarca a este personaje que desea no trabajar de médium y nunca haber tenido esta cualidad.

La parte técnica de la película es impecable, tanto así que ya está pre-nominada a los Premios Oscar en la categoría de efectos especiales, debido a la simulación de tsunami inicial donde no se percibe que haya montajes, es de un realismo impresionante.

Otros ingredientes como aquel donde nos dan un pequeño tour por Londres y nos muestran la casa-museo de Charles Dickens, es algo encantador.

Se ha criticado el final de la película y se lo ha tildado de “Facilista”, pero estoy en desacuerdo con esta apreciación, ya que el final es simplemente lo que todos queremos tanto en el cine como en la vida real: Un final feliz.


domingo, 16 de enero de 2011

El apartamento



La escena más famosa de preparación de espaguetis en el cine la tiene esta película en la cual el protagonista C.C. Buxter (Jack Lemmon) es un sencillo empleado de una gran empresa en Nueva York, un hombre sin ningún talento, pero que aspira a escalar posiciones ganándose el favor de sus jefes, a costa de su propia privacidad, prestando su apartamento para que ellos lleven a sus amantes, dejándose manipular a cambio de un ascenso en ese monstruo de organización en donde hay que hacerse notar de alguna forma para poder darse a conocer.


La historia contada en un guión escrito por el mismo director Billy Wilder, quien la escribió en compañía de I.A.L. Diamond, tiene realmente más de tragedia que de comedia, pero manejada de una forma deliciosa, nos hace reír, no sin cuestionarnos y dejarnos ese mensaje de soledad, y falta de identidad que tiene el mundo moderno, llevando al individuo a ser una ficha más en una gran oficina en donde hay que estar totalmente automatizados para que todo el engranaje gire en forma perfecta, en donde los números y las estadísticas cuentan más que el hombre mismo.



Es una historia de amor atípica, sin besos y sin demostraciones apasionadas. Los protagonistas llegan a identificarse porque ambos son seres faltos de amor, y victimas del sistema frio e inhóspito en el cual están metidos.

Grandiosa película del director Wilder, que fue merecedora a cinco Oscares de la academia (1960), entre ellos el de mejor película y mejor guión original. Filmada en blanco y negro y protagonizada por dos grandes actores como son Jack Lemmon y Shirley MacLaine, está catalogada entre las cien mejores películas de todos los tiempos.

Felicidad completa


Por: Gloria Vejarano T.
Después de notar que yo estaba simultáneamente feliz y lúcido - una conjunción no sólo rara sino imposible - ella también quiso sentir lo mismo e inmediatamente se zambulló en la piscina astral que me cubría y juntos nadamos por el mundo paralelo. Este nuevo estado, esta nueva sensación hizo florecer en los dos situaciones y sentimientos desconocidos hasta entonces, como si todo lo vivido anteriormente fuera solo una alucinación, y lo real, lo que valía la pena, fuera este nuevo estado, esta paz y bienestar interior, que jamás imaginamos que existía y que nos cobijaba hasta lo más intimo de nuestros seres.

Nos habíamos conocido mucho tiempo atrás, de niños, cuando jugábamos a ser adultos debajo de la mesa del comedor de la casa de sus padres. Desde entonces nos habíamos mirado alelados, con una mirada inquisitiva y profunda, hurgando en la esencia, en los confines mismos de nuestra existencia. Aquellos momentos fueron interrumpidos por el traslado de su familia a otra ciudad. Nunca dejé de pensarla. Su recuerdo aparecía en los momentos decisivos de mi vida: cuando un amor me dejaba o simplemente cuando la nostalgia me invadía. Solo ahora volvíamos a encontrarnos.

Bajamos al submundo de sus entrañas y exploramos como dioses el don del infinito en donde una semilla mía podía llenar ese espacio único, reservado solamente para mí, para los dos, para el goce y la creación. Nunca antes habíamos vivido ese momento de forma tan sublime. Nos transportamos al infinito, llevados por la pasión acompañada del tul translúcido de la armonía, de la unión carnal acompañada de la lujuria, de una forma plena, más angelical que humana.

Al despertar, todo nos pareció más bello.

- ¿Qué hacemos ahora? preguntó.

Yo seguía anonadado entre mi felicidad y la inverosimilitud.

- Mi marido llegará pronto, inquirió.

Salí dando tumbos.

Durante los días siguientes seguí cavilando la forma de arreglar para siempre el asunto. Desde un panfleto, la extorsión, la difamación, hasta un asesino a sueldo. Todo pasó por mi mente. Regresé a la semana siguiente. No la encontré. En su lugar estaba el hombre, recostado en el sofá de la entrada.

- … lo estaba esperando.

- ¿Quién es usted? pregunté extrañado.

- ¡No se haga el huevón! Sabe quién soy¡Vamos a arreglar

las cosas como hombres!

La felicidad y lucidez de días anteriores se habían ido al traste.

-Mire, ella se fue porque no me quiere volver a ver, no quiere que yo me le acerque. Es como si algo extraño la hubiera tocado y cambiado su alma. Nunca antes la vi así, tan extraña parecía flotar todo el día, sin atinar a decirme nada, solo el rechazo total.

La ira del hombre fue disminuyendo. Bajó su tono amenazante y pude ver en él su amor y su dolor. La luz del día se había disminuido y solo nos veíamos como dos siluetas dibujadas en el contraluz del crepúsculo.

- ¿Nos ha dejado a los dos?- inquirí.

Nos abrazamos en un apretón de esos que se dan los machos en momentos de la vida.¡Habíamos zanjado el problema como hombres!

Carla


Por: Gloria Vejarano T.



La vio salir de la nada, entre la bruma de esa multitud de caras conformada por los alumnos que lo escuchaban en el aula. Ese día estaba dictando una conferencia sobre su tema predilecto: la historia de la ciudad. Acostumbrado a sumergirse en la profundidad de su discurso, no miraba a su alrededor. Por eso, el descubrimiento de esa mirada, lo dejó ofuscado. La siguió al finalizar la clase. La chica se acercó a un joven que la abordó y al cual le dio su número celular. Gabriel leyó sus labios.

Cerró la puerta del apartamento tras de sí y se dirigió al Museo Nacional en donde grabaría un programa para televisión. Había sido contactado por un joven director de cortometrajes para realizar un seriado. Aunque no tenía experiencia en este campo, aceptó. Lo vio como una oportunidad para llenar sus vacíos. El tedio lo estaba consumiendo. Tenía 62 años y un divorcio a cuestas. Se mantenía en forma gracias al trote diario que era casi como un acto religioso para él. Vestía siempre a la moda, tal vez por la influencia de sus alumnos y por su desprevenida forma de pensar.

Llegó a tiempo para la entrevista, lo hizo a la perfección, caminando a través del gran salón mientras iba hablando con mucha propiedad y conocimiento. Tantos años en la cátedra le habían servido de entrenamiento. El director quedó satisfecho. Tengo tiempo de ir a visitar a mi hermano, pensó.

Departió el almuerzo con Jorge y Sonia, su cuñada. Ellos eran sus confidentes y se pudo explayar a sus anchas sobre sus cuestionamientos de la soledad que vivía. Recordó a la chica.

—Esta mañana me ha sucedido algo especial.

—Cuéntanos, inquirió Jorge.

—He visto a la estudiante más hermosa que nunca soñé.

— ¿Y?

—Le he mandado un mensaje de texto.

— Increíble, dijo Sonia. ¿Y qué le has dicho?

—Le escribí “Hoy te he visto en la Universidad, en la cátedra de historia, ¡me impresionaste!”.

— ¿Y lo dejaste así sin firmar?

—Sí. Ella pensará que es un compañero, alguien de su misma edad. De los que les acostumbran mandar esos correos.

Llegó a su apartamento. ¿Qué estaría haciendo ella? ¿Donde viviría? Decidió enviarle otro mensaje. “Te pienso, me tienes idiotizado”.

Al otro día y los días siguientes se dedicó a seguirla. Se ubicaba en otra mesa cercana, desde donde le mandaba sus mensajes anónimos. Era una obsesión, no podía pensar en otra cosa.

Fue en la cafetería “Cinderella” la cuadra siguiente a la Universidad, en donde ella un día, a los treinta y tres de haber empezado esa carrera loca de “Yo te persigo, yo te atrapo”, se paró frente a la mesa de él y le dijo. “Ah! Con que usted es” y a él no le quedó otro camino que aceptar, “Si, yo soy”.

Caminaron hasta el apartamento de él, al fin de cuentas estaba cerca. Ella, la joven, la hermosa, él con su sabiduría y su experiencia. Fue un encuentro excitante, de los que él ya había perdido el recuerdo.

La vida volvió a florecer, todo era nuevo y bello. Hasta la historia tenía ahora destellos dorados que él desconocía. Fueron muchos encuentros, día a día el recobraba el brillo. La juventud volvía y la emoción primaba en su vida. Un día desarchivó su vieja flauta y tocó para ella una bella melodía ya casi olvidada.

“Por qué te extraño, desde aquel noviembre

Cuando soñamos juntos a querernos siempre,

Me duele, este frío noviembre

Cuando las hojas caen a morir por siempre”

Ella lo disfrutaba, se dejaba querer. Le hacían gracia todos sus chistes, sus ocurrencias. Gabriel era feliz pero al mismo tiempo sufría la desazón de “¿En qué va a parar esta historia?”, así se lo expresó a su hermano.

—Me estoy enamorando Jorge. Siento que ya no puedo más. Yo sé que esto no es posible, que esto es una aventura, pero no quiero que termine.

Acudió a la cita que ella le había puesto. Se paró en la acera de enfrente, justo podía ver la mesa en que ella se encontraba sentada con una amiga. En ese momento llegó el chico, ella se le lanzó al cuello y lo besó apasionadamente.

Gabriel sacó del bolsillo de su abrigo el celular, sus dedos temblaban. Marcó.

—Hola soy yo.

—Si ya lo sé, contestó Carla.

—Vine a la cita que me pusiste. Estoy aquí al frente. Lo he visto todo.

—Si, por supuesto, para eso te cité. Quería que vieras mi verdadera vida.

Ella salió un momento de la cafetería. Llegó hasta la puerta en la cual él la estaba esperando. Se abalanzaron el uno sobre el otro y se dieron un largo beso. El más dulce beso que él hubiera recordado jamás.

lunes, 10 de enero de 2011

POEMA A LA MUERTE





Por: Gloveta


La muerte ronda
Reposada,
Sin pudor
Parada frente a su víctima
Ante el que duda en traspasar el umbral

Poderosa en sus dominios
Comprende
Que si el escogido no acepta sus designios
Es de sabios, no proceder

En silencio ronda
La vida es su rival
En ocasiones se debaten en duelo
Donde gana
La que más tenga que ofrendar

Majestuosa la muerte
Con su amplia sonrisa
Cautiva
Envuelta en su halo dulce
Invita a seguir su huella
A pasar el umbral


Los egoístas la temen
Los frenéticos la aman

Vestida de noche
A todos visita
Guadaña en mano
Cual gran trabajadora
Y un tesón que nadie puede discutir

Su traje es un juego que esconde
El blanco intenso, la luz celestial
Cuando pasamos el cielo se abre
Tanta luz no podemos mirar!

miércoles, 5 de enero de 2011

WOODY ALLEN




Este famoso cineasta neoyorkino símbolo del cine, es la imagen del director por excelencia. Woody ha logrado dar a sus películas ese toque personal que es inconfundible. Basado en diálogos (muy a lo Bergman) crea personajes muy íntimos reflejando la verdadera esencia de cada uno, los guiones de sus películas -la mayoría escritos por él mismo- recrean más la parte psicológica que el clima exterior de la historia.
Sin demeritar claro está que ha realizado varias películas en honor a ciudades: Manhattan (1979) película en blanco y negro homenaje a su ciudad de origen y la que más ama. También mostró esta preferencia por New York en “Annie Hall” (1977) película que le representó su primer Oscar. Ha filmado otras películas resaltando ciudades, tales como “Vicky Cristina Barcelona” (2008) y la última “Midnight in Paris”(2011) donde enaltece la ciudad luz.

Woody en sus comienzos fue humorista, hacia su número en el hotel Borsch Belt de New York, en donde escribía el guión, dirigía y actuaba como un hombre tímido y lleno de conflictos pero con un gran sentido del humor. Humor que lo llevó a interpretarse en varias de sus películas como “El dormilón” (1973) “Amor y muerte” (1975) evolucionando a películas como “Hannah y sus hermanas” (1986), que le representó el Oscar al Mejor Guión Original.

Su manejo de la realidad unida a la ficción está representada en una bella historia “La rosa púrpura del Cairo”. Tomando como base una película de 1935 “El conquistador de la India” (Clive of India) teje una bella historia sobre lo que puede lograr el cine: salirnos de la realidad y vivir en un mundo ficticio al menos durante las dos horas que estamos dentro de una sala de proyección. Al fin de cuentas ese es el papel de un buen director: crear historias para el entretenimiento.

Además de comediante, actor, guionista, y director, ha escrito varios libros, los cuales se han vendido muy bien no solo en Estados Unidos sino alrededor del mundo. Este hombre, que hoy (2011) cuenta con 75 años, ha logrado con éxito lo que muchos directores han soñado: traspasar las fronteras dejando su querido New York para trasladarse a Europa, escoger los actores a su antojo, conocer otras culturas e interpretarlas en el cine.
No siempre trabaja con actores conocidos. Prefiere una sola estrella y los demás actores del común. Entre los famosos con los que ha trabajado tenemos a Diane Keaton (Annie Hall, Manhattan), Mía Farrow (Hannah y sus hermanas), Mariel Hemiway(Manhattan), Scarlett Johansson (Match Point), Penélope Cruz (Vicky Cristina Barcelona), Antonio Banderas (Conocerás al hombre de tus sueños), Anthony Hopkins (Conocerás al hombre de tus sueños), y hasta la propia esposa del presidente francés Carla Brunni (“Midnight in Paris”).
Con este historial y tantas películas filmadas lo único que nos resta por decir es que Woody es un verdadero genio.