Libro ganador del Premio Norma de Literatura Infantil y
Juvenil 2012.
Escrito en lenguaje especial para adolescentes, con ese
tono fresco que puede enganchar hasta terminar el libro, “Ronda de perdedores”
nos habla de los comics, la música y en especial del cine.
Tintín y Sapo dos adolescentes de 17 años, cuyo mundo es
muy cerrado, dedicado solo al colegio y cuya principal pasión es leer comics,
tienen la descabellada idea de hacer una película, poniéndole el corazón a
ello, y apoyándose en amigos, vecinos y familia se dedican a sacar adelante su tarea.
Ambientado en el año 2000, es un libro de fácil lectura, con
dichos y términos de los muchachos de Buenos Aires, donde no faltan los amores
de adolescencia y también las peleas entre muchachos.
Es la primera novela que publica Jorge Saldaña (1969),
abogado de profesión y escritor por decisión.
A pesar de que se le ha dado tanto crédito a la película
“Todos tus muertos” y un reconocimiento internacional: “Mejor fotografía, Competencia
internacional de Ficción, Festival de cine de Sundance 2011” adolece de un argumento creíble. Aunque está
diseñado para ser un poco “surrealista” con algunas situaciones donde el
director ha colocado su toque de irrealidad, por ejemplo en el tratamiento que
se da a los muertos, que están muy
limpios y se comportan como si estuvieran vivos, el guion tiene muchos vacíos
tanto interpretativos como argumentales.
La actuación muy deficiente, parca, faltó que cada uno se
metiera en el personaje. Los actores están demasiado quietos, mirando
constantemente la cámara. El efecto de suspenso que se quiso poner en la escena
central donde el alcalde, los dos policías y el campesino están pensando qué
hacer para deshacerse de semejante problema, es un tiempo muerto, sin acción,
sin reflexión. Existe un momento de tensión cuando se decide que uno de los
cadáveres hay que sacarlo del montón por pertenecer al pueblo, pero este
momento se queda allí, no tiene desenlace.
El tema es bueno y se le habría podido sacar mejor partido.
Pero no se supo manejar. Como espectadores nos quedamos sin saber si era una
denuncia, la recreación de una historia, el retrato de un pueblo el día de
elecciones, o cuál era el fin principal.
Con su prosa característica, Marguerite Yourcenar nos lleva
por los vericuetos del alma de Alexis, su protagonista, quien va contando de
una forma profunda sus miedos, sus inseguridades, su infancia, su presente.
Alexis escribe esta carta a su esposa, en la cual se
remonta a su niñez, recuerda a su madre y a sus hermanas, sus recuerdos de la
academia donde estudió música, su estancia en Viena donde se aloja en casa de
los príncipes de Mainau, recordando el
día que la conoce a ella, la forma en que nació la idea de contraer matrimonio
y ahora su partida, o mejor su huida.
Junto con todos estos recuerdos está la reflexión, mirando
su vida ahora, desde este punto donde se encuentra, mirando a posteriori y
sacando conclusiones más para si mismo, que para su amadaMónica, a quien ha dejado atrás, tal vez con el
corazón atribulado y preguntándose qué pasó.
Encontramos frases valiosas, pensamientos profundos, como
este:
“El alma humana es más lenta que nosotros: esto me hace admitir que podría ser más duradera. Siempre se queda un poco atrasada con respecto a nuestra
vida presente”.