Comentario por: Gloveta
Historia enmarcada en un pequeño pueblo del sur de los Estados Unidos llamado Hillsboro, donde el fanatismo religioso auspiciado por el alcalde y el pastor Jeremiah, no permite a sus habitantes ver más allá de sus narices. Para estos parroquianos todo lo que sea diferente a la Biblia y su doctrina es cosa del diablo.
Esta película de 1960, parte de una obra de teatro estrenada en 1955, escrita por Jerome Lawrence y Robert Edwin Lee. Basada en hechos reales – el juicio a Scopes (el juicio del “Mono”) que tuvo lugar en 1925, en Dayton, Tennessee. Toma su título del Libro de los proverbios 11:29:
El que perturba su propia casa heredará viento,
y el necio será esclavo del sabio.
La película se centra en el juicio que se llevó a cabo al profesor John Scopes por enseñar la teoría de la evolución de Charles Darwin en una Escuela Pública, pero en realidad el pobre Scopes es el menos implicado a lo largo de la película. Es la pelea entre estos dos abogados Matthew Harrison Brady (Fredric March) y Henry Drummond (Spencer Tracy), la que en realidad cuenta, y a la larga sentimos que no es la pelea entre el agnóstico y el religioso, sino que es una batalla más de fondo, lo que se lucha es por lograr poner en evidencia la tendenciosa e infame Ley “Acta Butler” que prohibía la enseñanza de toda doctrina contraria al creacionismo de la Biblia. Esta ley fue abolida en forma definitiva en 1967, bajo el racionamiento que violaba la Primera Enmienda que es la Libertad de Expresión.
De esto se trata la película, de demostrar que es más importante una “idea” de un ser humano que una “iglesia” por grande que sea. Usando los términos de los acusadores, la defensa demuestra que si Dios le dio al hombre la facultad de pensar es porque El creyó que era bueno, y que el hombre debe salir de la ignorancia, para aprender a juzgar. Evaluar si la teoría que está lanzando el científico es buena o mala, pensar si le afecta o no. Al final hay una escena grandiosa, en que el abogado Drummond coge los dos libros, La Biblia en una mano y “El origen de las especies” de Darwin en la otra, los sopesa, los mira y al final decide ponerlos juntos, como diciendo no se deben separar, pueden muy bien estar cerca.
El director de la película Stanley Kramer, se caracterizó durante toda su vida por su destacada labor activista y haber trabajado en temas que ayudaran a la humanidad a ver desde un punto más humano los problemas sociales. Importantes películas como “The defiant ones” (Fugitivos) en la que dos hombres encadenados escapan y deben permanecer unidos por su misma situación, en la que muy pronto aparecen los problemas raciales aun en su estado, en “Guess who’s coming to dinner”(Sabes quién viene a cenar) toca nuevamente el problema racial, donde una joven de familia acomodada lleva a su casa a presentar a su novio, un médico negro con quien tiene la intención de casarse). Por estas y otras películas defensoras de nobles causas, se ha creado el Premio “Stanley Kramer” reconocimiento que entrega el Sindicato de Productores de América (PGA) a aquellas producciones cinematográficas que de manera más destacada abordaron el tema social.
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