CIEN AÑOS DE SOLEDAD
Releer este libro es siempre un placer. El placer puro de
la lectura, donde nos sorprendemos cada vez de sus personajes, sus leyendas y
la buena escritura. A continuación una recopilación de algunos de sus
personajes.
ILUSTRACIONES Y APARTES DEL TEXTO ESCOGIDOS POR GLOVETA
ARBOL GENEALÓGICO DE LOS BUENDÍA
MACONDO
“José Arcadio Buendía soñó esa noche que en aquel lugar
se levantaba una ciudad ruidosa con casas de paredes de espejo. Preguntó qué
ciudad era aquella, y le contestaron con un nombre que nunca había oído, que no
tenía significado alguno, pero que tuvo en el sueño una resonancia sobrenatural:
Macondo.”
JOSE ARCADIO BUENDÍA
“José Arcadio Buendía pasó los largos meses de lluvia
encerrado en un cuartito que construyó en el fondo de la casa para que nadie
perturbara sus experimentos. Habiendo abandonado por completo las obligaciones
domésticas, permaneció noches enteras en el patio vigilando el curso de los
astros, y estuvo a punto de contraer una insolación por tratar de establecer un
método exacto para encontrar el mediodía.”
URSULA IGUARÁN
“Mientras su padre ponía en orden el pueblo y su madre consolidaba el
patrimonio doméstico con su maravillosa industria de gallitos y peces azucarados
que dos veces al día salían de la casa ensartadas en palos de balso, Aureliano
vivía horas interminables en el laboratorio abandonado, aprendiendo por pura
investigación el arte de la platería"
PILAR TERNERA
Pilar Ternera |
“Por aquel tiempo iba a la casa una mujer alegre,
deslenguada, provocativa, que ayudaba en los oficios domésticos y sabía leer el
porvenir en la baraja.”
MELQUIADES
Melquiades |
“Mientras Macondo celebraba la reconquista de los
recuerdos, José Arcadio Buendía y Melquiades le sacudieron el polvo a su vieja amistad.
El gitano iba dispuesto a quedarse en el pueblo. Había estado en la muerte, en
efecto, pero había regresado porque no pudo soportar la soledad”.
REBECA
“El domingo, en efecto, llegó Rebeca. No tenía más de
once años. Había hecho el penoso viaje desde Manaure con unos traficantes de
pieles que recibieron el encargo de entregarla junto con una carta en la casa
de José Arcadio Buendía, pero que no pudieron explicar con precisión quién era
la persona que les había pedido el favor. Todo su equipaje estaba compuesto por
el baulito de la ropa un pequeño mecedor de madera can florecitas de calores
pintadas a mano y un talego de lona que hacía un permanente ruido de clac clac
clac, donde llevaba los huesos de sus padres”.
Rebeca |
REMEDIOS LA BELLA
“Hasta una tarde de marzo en que Fernanda quiso doblar en
el jardín sus sábanas de bramante, y pidió ayuda a las mujeres de la casa.
Apenas habían empezado, cuando Amaranta advirtió que Remedios, la bella, estaba
transparentada por una palidez intensa. -¿Te sientes mal? -le preguntó. Remedios,
la bella, que tenía agarrada la sábana por el otro extremo, hizo una sonrisa de
lástima. -Al contrario -dijo-, nunca me he sentido mejor. Acabó de decirlo,
cuando Fernanda sintió que un delicado viento de luz le arrancó las sábanas de
las manos y las desplegó en toda su amplitud. Amaranta sintió un temblor
misterioso en los encajes de sus pollerinas y trató de agarrarse de la sábana para
no caer, en el instante en que Remedios, la bella, empezaba a elevarse”.
Remedios la bella |
CORONEL AURELIANO BUENDÍA
Aureliano Buendía |
“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento,
el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su
padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas
de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se
precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos
prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre,
y para mencionarlas había que señalarías con el dedo”.
Estos son algunos de los maravillosos personajes plasmados por García Marquez en su obra cumbre.
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