jueves, 3 de diciembre de 2009

RESCATANDO AL SOLDADO RYAN


Por su realidad apabullante, nos acerca a la guerra de una manera nunca antes vista en la pantalla grande. Las películas de guerra siempre han sido la representación de grandes batallas, hombres que arrastran a los muertos tal como se arrastra un costal de arena, y además escenas poco creíbles. Esta cinta nos trae una visión distinta: tomas tan reales que nos metemos del todo en la pantalla y vivimos paso a paso las peripecias de este grupo de soldados. Pero lo más rescatable de la película es ese acercamiento al ser humano: cómo sufrimos, cómo pensamos, que podemos llegar a hacer “por la patria” dejando a un lado los intereses personales. Cómo podemos disfrazar nuestros propios miedos y mostrar otra faceta ante los demás, como lo hace el capitán Jhon Miller (Tom Hanks) que se muestra siempre impretérito, pensando solo en el cumplimiento de su misión.
El personaje del soldado Thimothy Upham (Jeremy Davis) el joven que se nos muestra como un romántico total, que vive dentro de la ficción, nos presenta la cara amable del conflicto: viéndolo desde el lado de la literatura, de lo que dicen los libros, de poetas que vivieron en otras épocas y escribieron tal vez desde la comodidad de su casa panegíricos a favor de la guerra –guerra que por supuesto nunca vivieron- simplemente eran idealistas, tal vez pagados por los gobiernos, para que exaltaran “tan magna labor”.
Creo que todos deberíamos ver esta película para reflexionar sobre los horrores de la guerra y concientizarnos de que es una locura. Pero de que nos sirve tomar conciencia si los conflictos siguen por todos los lados de la tierra?

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