miércoles, 13 de octubre de 2010

La levedad – Seis propuestas para el próximo milenio



En esta conferencia, Ítalo Calvino, nos lleva a reflexionar sobre la levedad, en contraposición con la pesadez. Basado en la idea de que su trabajo literario -tras cuarenta años de escribir- ha consistido en quitar peso a la estructura del relato y al lenguaje.

En sus inicios el escritor trató de describir el mundo tal como lo veía, y se encontró con la “pesadez, la inercia, la opacidad del mundo”.
Valiéndose del recurso de lo diáfano en la literatura y en la poesía, Calvino hace un recorrido por una serie de autores, empezando por los relatos de la mitología, tales como Perseo que logró cortar la cabeza de la Medusa sin mirarla a la cara sino mirando el reflejo que daba en el escudo de bronce, valiéndose para ello de sus sandalias aladas y remontándose en algo tan diáfano como los vientos y las nubes. Prosigue su oda a la levedad, resaltando a Ovidio en “La Metamorfosis” quien también retoma el mito de Perseo y la Medusa con bellas frases alusivas al casi contrasentido de que lo feo y lo bello casi que son hermanos. “las ramitas marinas en contacto con la Medusa se transforman en corales y para adornarse con ellos acuden las ninfas que acercan ramitas y algas a la terrible cabeza”. Pasando por Lucrecio, poeta y filósofo romano, 99 a.C. -55 a.C.), y llegando a los más recientes como Kafka y Kundera.

En este discurso el autor hace honor a sus coterráneos: Eugenio Montale, el poeta grande, el ganador del Nobel 1975, con sus frases elevadas pero que nos hacen reflexionar sobre los valores morales. Giovanni Boccaccio, con una cita de su “Decamerón”. Guido Cavalcanti, donde hace elogio de la forma como describe a los seres humanos que más que eso “son suspiros, rayos luminosos, imágenes ópticas, y sobre todos esos impulsos o mensajes inmateriales que él llama espíritus”. Dante Alighieri en su descripción del infierno en la Divina Comedia. Giacomo Leopardi, a quien hace reconocimiento por su acepción de la luna.
No duda el autor en dejar por momentos la poesía y situarnos en la realidad, en el hoy. Comparando la levedad con las entidades en que se basa la ciencia actual: partículas pequeñísimas como los mensajes del ADN, las neuronas, y otras más pequeñas como los quarks y los neutrinos. Mostrando como se mueve la literatura a través de dos sendas opuestas: “una tiende a hacer del lenguaje un elemento sin peso que flota sobre las cosas como una nube […] la otra tiende a comunicar al lenguaje el peso, el espesor, lo concreto de las cosas, de los cuerpos de las sensaciones”. Dejando en claro que para él levedad se asocia con “precisión y determinación, no con vaguedad y el abandonarse al azar”. Concluyendo con una cita de Paul Valéry: “Tienes que ser tan ligero como las aves y no como una pluma”.

2 comentarios:

  1. Glorita: la felicito. Es una síntesis mágnifica
    la que ha trabajado, a pesar de que esto de la
    Levedad es un tema bastante difícil de aprehender. Pienso que las palabras viento, aire, pluma, blanco, pueden tener una gran
    carga, pueden lucir pesadas, según el contexto.

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  2. Felicitaciones Gloria. Todos los días traes cosas buenas resultado de tu inquietud y dedicación a la literatura. Tienes mucho porvenir. Un abrazo. Alvaro.

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