miércoles, 2 de noviembre de 2011

El “monstruo de los mangones”

Remembranzas.- José David Tenorio

Allá, a finales de los cincuenta y comienzo de los sesentas, la paz de esta ciudad que apenas empezaba a despertar al progreso, se vio alterada por una serie de crímenes que nunca se aclararon.

Todo indica que un pervertido sexual abusó y mató a un indeterminado número de niños cuyos cadáveres iban apareciendo en lotes vacíos (“mangones”) dentro de la ciudad. Lo que dio origen a que en la prensa se le empezara a identificar como el “monstruo de los mangones”.
Fuera de lo referido había otras dos características en esos crímenes : casi en su totalidad fueron niños abandonados o “de la calle” y todos fueron muertos con arma corto punzante con herida en el pecho, a la altura del corazón posiblemente con una almarada.
Ese sujeto ( que nunca fue identificado) debía ser una persona que no produjera espanto o rechazo, por el contrario de un buen modo de ser para ganarse la confianza de esos niños que de por sí son bastantes despiertos y desconfiados, condiciones indispensables para sobrevivir desamparados y en la calle. Lo que, además, facilitó que no se llegara a conocer el número exacto de las victimas, ya que no tenían dolientes que extrañaran sus ausencias o desapariciones. Pero sirvió para que los padres pudieran controlar mejor a sus hijos con la advertencia de que si callejeaban se exponían a ser victimas de ese predador.
Uno de los “mangones” en se encontraron dos o tres de esos niños fue en donde hoy se levanta el edificio de “La Torre de Cali” . El antiguo cause del río Cali formaba una pequeña curva en donde el choque de las aguas fueron horadando las paredes y creando una hondonada o charco similar al del Charco del Burro, pero más pequeño y menos turbulento. Cuando se rectificó el curso del río quedó ese espacio libre, que se llenó de malezas. Sitio que aprovechó el asesino para dejar a su victimas pese a que la zona ya estaba bastante habitada ( las casas del barrio Versalles que se encuentran frente a la Torre de Cali, en la otra orilla de la avenida de Las Américas).
Un efecto perverso de no haberse identificado al asesino fue el cúmulo de cábalas sobre por qué cometía esos crímenes y es que la gente del común ( el pueblo) le dio credibilidad a una infamia que alguien lanzó y que esas gentes sostenían a pie juntillas como si hubieran presenciado los hechos y es que el asesino lo que estaba era recolectando sangre para suministrársela a un hombre muy rico de la ciudad que se encontraba gravemente enfermo y necesitaba de esas transfusiones para conservar la vida. Y que el sujeto mataba era enterrando una aguja hipodérmica para con jeringa extraer la sangre de sus victimas.
Fueron muchos los que creyeron en semejante infundio y no valía que se dijera que , aunque se diera por cierta la intención, científicamente era un imposible dada la incompatibilidad de los distintos grupos sanguíneos.
Sin embargo muerto ese señor , quien fue un empresario que llegó muy joven a Cali y aquí hizo una gran fortuna con un claro sentido de los negocios que lo proyectó a nivel internacional , un gran promotor del desarrollo de la ciudad, cuando murió su familia le levantó uno de los mayores mausoleos en el Cementerio Central y desde entonces – vaya paradoja- su tumba es objeto de visitas y peregrinaciones para pedir que ayude al que le “habla” para que le vaya bien en los negocios o en un negocio en particular….




Pelicula de Luis Ospina sobre la leyenda de "El monstruo de los mangones"





3 comentarios:

  1. Glorita a mi también me tocó oir las historias truculentas del monstruo de los
    mangones. De verdad que fueron dias tristes
    cada vez que se oía de un niño asesinado.

    Te felicito, por que eso de mantener viva la historia me parece muy importante.

    Un abrazo amiguita

    Yolanda

    ResponderEliminar
  2. Hola.
    Me gustaría saber mas sobre la razón de que las personas visiten la tumba de este señor en el cementerio central.

    Como es que esto pudo suceder.

    Gracias.

    ResponderEliminar
  3. No , no conozco la razón que haya motivado esa peregrinación o rogativas. - No sé si hubiese sido una persona especialmente caritativa a quien la gente recordara con cariño y gratitud o si simplemente por haber acumulado una considerable fortuna, a partir de cero, la gente crea que tenía el don de Midas y que ese "secreto" se lo pase a quienes le recen.- En Bogotá, en el Cementerio Central y desde mucho antes de este caso de Cali , ocurre algo similar con el mausuleo del fundador de Bavaria : han degastado la oreja de la estatuta de tanto "hablarle al oido".

    ResponderEliminar