Comentario por: Gloveta
Filmada en tres ciudades: Paris, Londres y San Francisco, es la historia de tres personajes, cada uno viviendo en una de estas urbes, cuyas vidas se entrelazan en un momento de la historia.
Como siempre Clint Eastwood, recrea cada pasaje, cada escena con una perfección impecable.
Acompañado de Tom Stern, hacen un fabuloso trabajo, donde Stern maneja la luz en forma intachable, logrando ambientes perfectos tanto en los interiores como en los exteriores. Las tomas de las ciudades son grandiosas y la ambientación de los interiores es inmejorable, en forma especial el manejo de los claroscuros.
El guión excelente, partiendo de las preguntas que todos nos hacemos alguna vez : Qué hay más allá de la vida? Y siguiendo las experiencias de personas que han estado muertas por un momento, se realiza este despliegue que nos permite percibir el sentido de la muerte desde tres personajes diferentes, a los que de alguna manera la muerte los ha tocado.
Frases para recordar, como la de George Lonegan (Matt Damon) cuando dice “Una vida basada en la muerte no es una vida”, enmarca a este personaje que desea no trabajar de médium y nunca haber tenido esta cualidad.
La parte técnica de la película es impecable, tanto así que fue nominada a los Premios Oscar en la categoría de efectos especiales, debido a la simulación de tsunami inicial donde no se percibe que haya montajes, es de un realismo impresionante. Ganadora del Premios David di Donatello al mejor film extranjero.
Otros ingredientes como aquel donde nos dan un pequeño tour por Londres y nos muestran la casa-museo de Charles Dickens, es algo encantador.
Se ha criticado el final de la película y se lo ha tildado de “Facilista”, pero estoy en desacuerdo con esta apreciación, ya que el final es simplemente lo que todos queremos tanto en el cine como en la vida real: Un final feliz.
Filmada en tres ciudades: Paris, Londres y San Francisco, es la historia de tres personajes, cada uno viviendo en una de estas urbes, cuyas vidas se entrelazan en un momento de la historia.
Como siempre Clint Eastwood, recrea cada pasaje, cada escena con una perfección impecable.
Acompañado de Tom Stern, hacen un fabuloso trabajo, donde Stern maneja la luz en forma intachable, logrando ambientes perfectos tanto en los interiores como en los exteriores. Las tomas de las ciudades son grandiosas y la ambientación de los interiores es inmejorable, en forma especial el manejo de los claroscuros.
El guión excelente, partiendo de las preguntas que todos nos hacemos alguna vez : Qué hay más allá de la vida? Y siguiendo las experiencias de personas que han estado muertas por un momento, se realiza este despliegue que nos permite percibir el sentido de la muerte desde tres personajes diferentes, a los que de alguna manera la muerte los ha tocado.
Frases para recordar, como la de George Lonegan (Matt Damon) cuando dice “Una vida basada en la muerte no es una vida”, enmarca a este personaje que desea no trabajar de médium y nunca haber tenido esta cualidad.
La parte técnica de la película es impecable, tanto así que fue nominada a los Premios Oscar en la categoría de efectos especiales, debido a la simulación de tsunami inicial donde no se percibe que haya montajes, es de un realismo impresionante. Ganadora del Premios David di Donatello al mejor film extranjero.
Otros ingredientes como aquel donde nos dan un pequeño tour por Londres y nos muestran la casa-museo de Charles Dickens, es algo encantador.
Se ha criticado el final de la película y se lo ha tildado de “Facilista”, pero estoy en desacuerdo con esta apreciación, ya que el final es simplemente lo que todos queremos tanto en el cine como en la vida real: Un final feliz.
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