jueves, 8 de abril de 2010
VIVIR PARA CONTARLA
Resumen
“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”. Con este epígrafe se abre el libro, en el que García Márquez nos cuenta sus primeros años, sus vivencias de la niñez, adolescencia y primeros años de trabajo. Siempre se ha dicho que la primera infancia es la que nos marca y esto parece demostrarlo el autor, con sus primitivos recuerdos en la casa de Aracataca, las reminiscencias entrañables y definitivas sobre su abuelo, la descripción de cada uno de sus parientes maternos, que a la larga fueron los personajes que lo influenciaron y que luego un poco subliminados o idealizados fueron los protagonistas de sus libros “La Hojarasca” y “Cien años de soledad” entre otros. Todas estas experiencias de niñez las llevó a la literatura, porque según dice en alguno de sus apartes solo se puede escribir lo que se ha vivido.
En el primer capítulo el autor cuenta el viaje que hizo con su madre a Aracataca para vender la casa de los abuelos, y que fue un viaje providencial que le ayudó a recordar con brillantez todo lo que había vivido en esas tierras y ponerle nuevamente colorido para escribir su primer libro. Este pasaje es muy bello, especialmente por el recorrido a través del río Magdalena y los detalles que impregnan el relato. La llegada a la soledad del pueblo, el impacto entre los recuerdos y la realidad, la nostalgia y el revivir la primera infancia.
Al leer cada pasaje del libro nos damos cuenta de dónde sacó sus personajes de las novelas, quien es quien en cada libro escrito y nos explicamos de qué fuente bebió para inspirarse.
En los capítulos posteriores nos va contando su vida de estudiante, los primeros años en Barranquilla y luego el ingreso al colegio de Zipaquirá. Sus primeros escritos en el colegio, su participación en el Semanario Estudiantil, su afición por la poesía y por aprender de menoría largos poemas. Posteriormente su llegada a Bogotá para estudiar Derecho, donde le tocó vivir el imborrable nueve de abril de 1948, conocido como el “Bogotazo” día en el que mataron a Jorge Eliecer Gaitán, candidato a la presidencia de Colombia. Su regreso a Barranquilla a continuar los estudios, los cuales definitivamente dejó inconclusos. Esta parte de la lucha interna entre sí estudiaba o no Abogacía ocupa buena parte del libro, por cuanto su padre había fincado todas sus esperanzas en que el hijo fuera Abogado. Tomar esta decisión contrariando a su padre, es un tema que prevalece en el libro.
Una vez decidido a ser escritor, empieza su vida de hombre independiente muy afortunada por un lado por tener unos extraordinarios amigos, pero por otro lado llena de penurias, porque ganaba muy poco como periodista. Afortunadamente el círculo de contertulios que lo rodearon tanto en Barranquilla como en Cartagena, eran intelectuales para los cuales lo más importante era la forma de escribir, no tanto si el libro se publicaba o no, o si le pagaban o no. Este grupo de amigos fueron definitivos en su formación, ya que en sus tertulias analizaban los libros, estaban al tanto de las últimas tendencias y todos escribían y pertenecían a este mundo de las letras.
Luego de empezar con muy corta a edad a trabajar, y trasegar en el oficio de escribir, a los veintiocho años se traslada para Bogotá como columnista de “El Espectador” donde empieza a pulir su estilo y además asume como reportero.
Este libro autobiográfico de García Márquez es un ejemplo de vida, donde podemos ver muchos momentos de desazón y adversidad, pero su tenacidad y claridad de lo que quería lo llevó a superar muchos obstáculos. Encomiable el elogio que hace de la amistad, en cada ocasión da el reconocimiento al amigo que lo ayudó. Solo su condición de genio de las letras lo llevó a posicionarse en el sitio que hoy ocupa dentro de la literatura mundial, pero él con una humildad apabullante da el crédito a cada amigo que lo ha acompañado en las peores y en las mejores épocas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario