Autor: Rabindranath Tagore
Las
manos se toman de las manos y los ojos se quedan en los ojos.
Así empieza
la historia de nuestros corazones.
Es
noche de marzo, noche de luna
y el
dulce olor de heno está en el aire.
Caída
está mi flauta y olvidada
y tu
guirnalda de flores está sin terminar.
Este amor nuestro es sencillo como una canción.
Tu velo
color de azafrán embriaga mis ojos.
La
corona de jazmines que me hiciste,
me
llena el corazón, como la alabanza.
Jugamos
a dar y a no querer dar, a mostrar y volver a esconder.
Sonrisas,
timideces, dulces luchas inútiles.
Este amor nuestro es sencillo como una canción.
No
tiene este amor misterios más allá de lo presente,
ni
anhelo de alcanzar imposibles, ni sombras tras el encanto,
ni
búsquedas en la sima de la oscuridad.
Este amor nuestro es sencillo como una canción.
Las
palabras no nos llevan al silencio eterno,
ni
levantamos las manos al vacío, más allá de la esperanza.
Nos
basta dar y recibir.
No
hemos exprimido las uvas del placer hasta obtener el jugo del dolor.
Este amor nuestro es sencillo como una canción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario