viernes, 8 de octubre de 2010

Ghost: la sombra del amor


Filmada en el año 1990 catalogada como una de las películas románticas por excelencia, marcó un hito en su época y ganó dos premios Oscar: Mejor actriz secundaria para Whoopi Goldberg, y mejor guión original.
Aunque vista con ojos de hoy, veinte años después de filmada, la vemos muy almibarada y dulzona, además de inverisímil en algunas escenas, debemos reconocer que tiene un toque mágico que todavía cautiva.
"Ghost, la sombra del amor" llevó al estrellato a Demi Moore, aunque ella ya había grabado otras películas, fue la que la dio a conocer a nivel internacional, donde cautivó al público.


El guión de la película, según su realizador surgió una noche cuando fue al teatro a ver la obra de Hamlet, en la escena en que el fantasma del rey le pide al príncipe que vengue su muerte matando al homicida.
En Ghost, el protagonista (Patrick Swayze) es asesinado delante de su novia (Demi Moore) y no puede pasar al más allá, primero porque no acepta que está muerto y segundo porque quiere defender a su novia quien también está en peligro de muerte. La situación se complica  al convertirse en fantasma ya que puede ver  todo lo que sucede, así descubre que su muerte no fue un accidente, sino planeada. Se dedica entonces a buscar la forma de ayudarla, para lo cual consigue a una médium (Whoopi Golberg) medio corrupta y muy divertida. Este personaje ocasiona que el drama se vuelva por ratos comedia, gracias a sus alocadas salidas.

Los efectos especiales de luces  notorios y vale la pena resaltarlos.
El final poco creíble, especialmente ese tipo de mensaje “ejemplarizante”. Las moralejas en el cine actual siempre son difíciles de dibujar. Ya no estamos para aceptar “Buenos 100%” ó “Malos 100%”. En la realidad no existen. Por eso muchos directores prefieren los finales abiertos.

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