Mateo (Lluís Homar)escritor y director de cine, se enamora de una hermosa mujer que se presenta para un casting de su película. Es tal la fascinación que siente que la contrata para ser la protagonista.
Lena ( Penélope Cruz) convive con un hombre muy rico, y él al ver que su mujer va a ser actriz, decide financiar la producción con el fin de controlar el entorno.
Almodóvar demuestra una vez más su amor por el cine, al colocar la película dentro de la película, el personaje joven filmando a toda hora y a costa de lo que sea, las tomas aéreas como la de la carretera en un paraje semi- desértico, la foto de la pareja en la playa rocosa. Todo esto nos lleva al mundo mágico de la imagen. Sin embargo el guión no logra atrapar al espectador, pues lo que consigue es una deslucida trama con espacios tediosos e insulsos, involucrando muchos temas que sobran, tales como la serie de fotos de todos los huesos de la protagonista, lo que podríamos denominar la “Oda a la radiografía”, en fin varios episodios que no aportan nada al guión ni al argumento.
La obra tiene el sello característico de este director, como el diálogo en el cual una amiga (Carmen Machi) le cuenta a la otra sobre el amante y la maleta, lo cual nos recuerda su famosa película “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, también la escena del hotel en Ibiza, con la pareja totalmente envuelta en sábanas que solo se le ocurre a Almodóvar.
Definitivamente es mejor que siga haciendo películas en las que impere su buen sentido del humor, y no estos temas en los que desea profundizar en sentimientos e intimidades que no consigue dibujar.
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