lunes, 23 de agosto de 2010

Séraphine


El éxito de esta película (Ganadora de siete premios Cesar del 2008, incluidos mejor película y mejor actriz), es la actuación de Yolande Moreau encarnando a Séraphine de Louis, ó Séraphine de Senlis, pintora naif -corriente artística donde predomina la ingenuidad y la espontaneidad- dado que la autora es totalmente autodidacta. La actriz llega a una identificación total con su personaje, donde los gestos y las miradas enmarcan un rostro que lo dice todo.
Séraphine era una humilde criada, que trabajaba de día y pintaba de noche. Para lo cual, ella misma preparaba sus pinturas, valiéndose de parafina, sangre de animales, yerbas, que aportaban los pigmentos naturales para lograr los tonos que requería. Trazos seguros, figuras superpuestas, con formas a veces difíciles de interpretar, pero todo dentro de una gama de colores fuertes y brillantes. Esto llevó a que el merchante alemán Wilhelm Uhde, quedará fascinado con su obra, y empezara a comprarle sus cuadros y a promoverla. Al ser descubierta Séraphine tenía 42 años, y el hecho de toparse con Uhde, es el detonante para que ella empiece a pintar con toda la entrega de que era capaz. A partir de ese momento pasará a pintar en gran formato, y trabajará con ahínco, inclusive dejando de comer por días. Esta mala alimentación, la pobreza en que vivía y el estallido de la II Guerra mundial, van menguando su intelecto, factores que desembocaron en su falta de lucidez final.

Pasada la guerra, Uhde regresa a buscarla y Seraphine conocerá el dinero, de criada pasará a tener un piso para ella sola con todas las comodidades posibles. Desafortunadamente los problemas psicológicos fueron ganando terreno, hasta que es trasladada a un hospital de enfermos mentales donde terminó sus días.

Yolande Moreau personifica a Seraphine de una manera prodigiosa. Una mimetización total con su personaje. Ella asumió el papel de tal forma que basta solo una mirada o un gesto para que encontremos a Seraphine. Los paisajes naturales de Senlis y de la provincia francesa, nos recrean el espíritu dándonos paz e insuflándonos vida. Esto era lo que hacía Seraphine, nutrirse del campo, sentarse bajo un árbol, respirar aire puro y simplemente callar. Ejercicio que le servía de inspiración para su arte.
Calificación: 8/10

1 comentario:

  1. Glorita: me encantó leer tu comentario, porque justo en este momento salgo a verla.

    Me parece maravilloso llegar con alguna informacion a ver este tipo de películas
    gracias
    un abrazo
    yolanda

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