lunes, 6 de septiembre de 2010

El hijo de la novia


Rafael es un hombre insatisfecho, agobiado por la presión de un restaurante que debe sacar adelante, ya que es el legado de su padre. Así que vive corriendo, hablando por teléfono, viendo cómo paga las facturas, cómo hace para que el personal a su cargo trabaje al ciento por ciento. Dentro de todo este remolino, su vida no alcanza para ver crecer a su hija y menos para comprometerse con su actual novia a la que le dedica cada vez menos tiempo. En medio de todo este corre-corre lo visita su padre, quien es un hombre encantador y dedicado a cuidar a su madre, quien está en una casa de cuidados especiales para enfermos de Alzheimer, y a la que Rafael hace un año no visita.
A través de la historia, nos damos cuenta que Rafael tiene una herida muy grande en su corazón, ya que considera que su madre nunca lo valoró. Ese dolor es el que lo impulsa a correr y a demostrarle a su madre que él si vale y que si es capaz. Pero ¿cómo demostrárselo si ella ya no entiende? ¿Si ya perdió la noción de la realidad?
Bueno, la mejor forma es ayudándole a su padre a realizar el sueño de su vida: Casarse con su madre. Pues a pesar de 44 años viviendo juntos nunca llevaron a cabo el rito católico.
El director Juan José Campanella se luce con esta película que se mueve entre la risa y el llanto. Y que la disfrutamos al máximo al ver las ocurrencias y los inteligentes diálogos entre los actores.
La actuación de Ricardo Darín (Rafael) extraordinaria, sabemos además que la combinación Campanella-Darín funciona a la perfección con ya varias películas filmadas juntos, trabajo que fue resaltado con el Oscar 2010 a la mejor película extranjera que recibió Campanella por “El secreto de sus ojos”.
Todos los actores se lucen: una vital Norma Aleandro (Norma Belvedere )asumiendo un logrado papel a sus sesenta y cinco años. Héctor Alteiro(Nino Belvedere),entrañable. Y qué diremos de Eduardo Blanco (Juan Carlos), el amigo, el incondicional. Excelente música de fondo de Ángel Illarramendi. Una lección de vida.
Calificación: 8/10.

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